Disponer de una situación económica saludable nos abre un abanico inmenso de oportunidades para procurarnos momentos de felicidad. Pero estudios recientes han demostrado que la influencia de los ingresos económicos sobre la felicidad sólo es relevante hasta cubrir las necesidades básicas. A partir de un determinado punto, mayores niveles de ingresos parecen no incrementar nuestros niveles de felicidad. Algunas excentricidades de famosos millonarios hacen que me cuestione su capacidad para apreciar lo ventajoso de su situación, ¿qué sentido tiene tener un cubo de basura de Louis Vuitton o una habitación únicamente destinada a envolver regalos a no ser que seas Santa Claus?. Tener todo lo que uno pueda desear impide valorar la satisfacción de conseguir tus objetivos, tus metas. Las personas que nunca han necesitado esforzarse para alcanzar sus sueños viven en un mundo irreal carente de motivación interna. El afán acumulativo, la consecución de extravagantes bienes materiales o la búsqueda continuada de exóticas experiencias en muchos casos muestran la necesidad de llenar un vacio. Los estudios indican por el contrario, que la cantidad y calidad de relaciones interpersonales aparece como el factor más a menudo asociado a un mayor nivel de bienestar psicológico percibido. Este dato en nada correlaciona por lo tanto con nuestra capacidad adquisitiva. Nos muestra que en la vida es importante rodearnos de gente, sobretodo de gente entusiasta que nos transmita positivismo. Como padres tenemos que saber que ser felices también tiene un componente de aprendizaje. Cuando somos pequeños aprendemos a enfrentarnos a la vida según los modelos que tenemos a nuestro alrededor. Por lo tanto, si nuestros padres viven quejándose, fijándose sólo en el aspecto negativo de las cosas, sintiéndose derrotados o agobiados ante los problemas, probablemente nosotros actuemos de la misma manera. Si por el contrario, son personas positivas que siempre ven el lado "bueno" de todo lo que les sucede, resuelven los problemas con entusiasmo, confiando en obtener éxito, disfrutan de la vida, ríen con frecuencia…, tendremos mayor facilidad para ver el lado positivo de la vida. Personalmente encuentro mis mayores momentos de felicidad compartiendo mi tiempo con la gente que amo, sintiéndo el abrazo de mi madre, observando a mi padre rejuvenecer al lado de sus nietos, caminando de la mano de mi marido , escuchando la risa de mis hijos, cenando con unos buenos amigos… esa es mi verdadera felicidad.
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
Archivos
Julio 2017
Post mejor valorados
|